CUADRO
N° 1 |
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MARCO
GENERAL DE LAS CULTURAS PREHISPÁNICAS EN EL
ACTUAL
TERRITORIO DE EL SALVADOR
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Período
Preclásico 1500 a.c.-250 d.c.
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RASGOS
GENERALES
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GENERALIDAD
CERÁMICA
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CERÁMICA
EN EL
SALVADOR |
Se
desarrolla una etapa más
avanzada
que la aldeana o tribal, las comunidades agrícolas y de
pescadores se mantienen.
En
esta etapa se construyen los primeros centros ceremoniales para
una sociedad compleja y estratificada, formada por una casta
sacerdotal, una religión, por artesanos de tiempo completo y por
un comercio intensificado.
En
estas sociedades existe una
organización
interna avanzada,
pues
hay señores, sacerdotes,
artesanos
especializados en la alfarería, construcción, carpintería,
tejido, tallado en piedra; comerciantes, pintores, músicos y
campesinos. La sociedad es perfectamente capaz de dominar su
ambiente, de proporcionarse el alimento, construye incipiente
centros ceremoniales y desarrolla y amplía sus conceptos en
artes, religión y conocimientos. |
El
arte de la cerámica se
expresa
en vasijas monocromas,
por
lo general en colores
negros,
grises, naranja, rojos y
blancos
o crema; lo mismo que
bícromas;
rojo sobre blanco,
rojo
sobre café, rojo sobre
crema,
negro sobre crema,
también
se desarrolla una
cerámica
naranja-cafetosa con negativo nubloso.
Entre
las formas pueden
mencionarse:
Vasijas silbadoras,
incensarios
con mangos, jarras o floreros, platos con anchos bordes
acanalados, cuencos trípodes y vasijas miniaturas, a la vez que
se modelan figurillas con los ojos
perforados,
extremidades desmontables, adornos de barro, tubulares y huecas. |
En
El Salvador, la cerámica va
evolucionando
hasta la policromía, en colores rojo y negro sobre anaranjado,
también se hace muy común el negativo
Usulután
y la decoración pintada
sobre
estuco seco; y entre las formas también podemos agregar el
aparecimiento de los vasos de paredes rectas, los vasos con
vertederas, las vasijas tetrápodas, incensarios con
efigies,
y se hacen frecuentes los soportes mamiformes. |
PRECLÁSICO
INFERIOR
O
TEMPRANO
(1
500 A.C.- 900 A.C.) |
En
este período se forman las primeras aldeas agrícolas y sus
habitantes compartían ideas de organización social, religión,
arquitectura y cerámica. Mientras algunos sitios en El salvador
permanecen como simples aldeas, otros van desarrollándose con
rasgos culturales más avanzados. Un ejemplo de esto es la zona
del valle de Chalchuapa, en el sito de El Trapiche y la porción
norte de la laguna Cuzcachapa, ahí se encontró evidencia de
cerámica, arquitectura, figurillas, fragmentos de obsidiana,
machacadores para cortezas, sellos de barro, que indican que estos
lugares fueron seleccionados como áreas de asentamientos por
grupos poblacionales que llegaron a El salvador durante el período
preclásico temprano.
Se
ha llegado a plantear que este movimiento migratorio se da por la
búsqueda de tierras para cultivar maíz, aunque, hasta la fecha
no se han encontrado rastros de cultivos en la zona de Chalchuapa. |
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PRECLÁSICO
MEDIO
(900
A.C.- 500/ 400
A.C.) |
En
este período los asentamientos en El Salvador proceden de
Chalchuapa, San Nicolás y Atiquizaya (Ahuachapan); Atalaya y
barra ciega (Sonsonate); Jayaque y Antiguo Cuzcatlán (La
Libertad) , el perical, barranco Tovar y cerro el zapote (San
Salvador).
Estos
asentamientos presentaban varias características en común:
poseían una estructura social estratificada, contaban con
tecnología manufacturera sofisticada y usaban algunos bienes
importados, en especial la jadeita y la obsidiana. |
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PRECLÁSICO
TARDÍO
(500/400
A.C.-200/250
D.C.) |
En
este período existe una clara ocupación de varios asentamientos
en las regiones occidental, central y oriental de El Salvador. Un
sitio importante correspondiente a este período es Santa Leticia,
en Ahuachapán, formado por numerosos montículos y plataformas,
varias esculturas entre las que destacan individuos obesos.
Chalchuapa
fue uno de los sitios más grandes del sureste de Mesoamérica,
que mantuvo una fuerte relación con los sitios de las tierras
bajas mayas; estos contactos se hacen evidentes por una estela con
glifos encontrada en la estructura E3-1 de El trapiche; y la
cerámica “Usulutan”, que se distingue por su decoración en
negativo, y que probablemente fue producida en la región de
Chalchuapa, convirtiéndose en uno de los artículos principales
de comercio en la zona Maya. |
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Periodo
Clásico 250-1200 D.C
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RASGOS
SOCIALES
GENERALES |
CERÁMICA |
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Todo
el florecimiento del preclásico se vio interrumpido en ciertas
regiones del país por la actividad volcánica de Ilopango,
que
hizo erupción hacia el año 260 d.c. Lava y ceniza se depositaron
en diferentes puntos del país cubriendo terrenos agrícolas,
fuentes de agua y asentamientos humanos.
La
ceniza del Ilopango que se
conoce
como “tierra blanca”,
selló
depósitos de materiales
en
sitios como Chalchuapa y
Cara
Sucia en el Occidente;
Cerro
del Zapote, Loma del
tacuazín,
Barranco Tovar, El
Cambio.
En el Centro y probablemente algunos sitios del
Oriente
del país, Los Llanitos, cerca de San Miguel.
En
los grandes asentamientos del período clásico surge una nueva
forma de vida que se ha llamado Urbana, cuyos centros ceremoniales
fueron cuidadosamente planificados y orientados.
En
ellos se obtienen numerosos
servicios,
entre ellos el acceso a artesanías especializadas y de amplia
difusión, por ejemplo la producción de navajitas prismáticas de
obsidiana.
La
religión politeísta del Clásico
parece
estar dominada por el
dios
de la lluvia y el trueno
(Tlaloc
y Chac). Además el dios
del
fuego, y una diosa de la
fertilidad,
que proviene de tiempos anteriores, del periodo formativo. |
Durante
el clásico se observa
la
aparición de artesanías especializadas, algunas de ellas
producidas de forma masiva.
Además
de la producción de
navajillas
prismáticas de obsidianas,
se
encuentra la cerámica
que
fue manufacturada en grandes cantidades. La existencia
de
talleres especializados en la producción de objetos específicos,
implica
una división compleja del trabajo. |
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CLÁSICO
TEMPRANO
(200
D.C.-400 D.C.) |
Para
el Clásico la ocupación humana continúa en el centro-noreste y
occidente de El Salvador durante los siglos III y IV d.c.
La
alfarería tiene continuidad estilística hasta fines de este
período y esto es un indicador de afinidad étnica entre los
individuos del preclásico y Clásico temprano.
El
valle de Zapotitán fue un área severamente afectada por la
actividad volcánica, pero el centro-norte y occidente del país
no fueron abandonados totalmente.
En
el caso de Quelepa que no fue afectada por la erupción del
Ilopango, el Clásico temprano representa el desarrollo y
florecimiento de una cultura local, logró establecer importantes
lazos con poblaciones situadas en las tierras altas y después de
la erupción se relacionó con grupos del sur del istmo.
Los
alfareros del Clásico temprano y medio en Quelepa no fueron
influenciados
por agentes externos (tales como la alfarería policroma maya y/o
Teotihuacana). Esta alfarería es más similar a la del centro sur
de Honduras que a la reportada en Chalchuapa y Copán. |
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CLÁSICO
MEDIO
(400
D.C-600/650 D.C.) |
Para
el año 500 d.c. se vuelve a ocupar el occidente y centro del
territorio salvadoreño, cuando grupos maya-chorti llegaron a
colonizar dichas regiones.
La
actividad constructiva se hace evidente así como la producción
de cerámica en Casa Blanca y Tazumal en la zona de Chalchuapa, en
algún momento del clásico temprano y durante el clásico medio
siendo el primero el foco de desarrollo cultural del siguiente
período. El trapiche solamente sirvió para depositar ofrendas. |
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CLÁSICO
TARDÍO
(600/650
D.C-900 D.C.) |
Durante
el Clásico tardío ocurrió un florecimiento cultural en el
territorio de El Salvador. La construcción de complejos
arquitectónicos integrando edificios con funciones
cívicosceremoniales, político-administrativos, plazas, juegos de
pelota, plataformas habitacionales, etc. Son indicadores de una
organización de inversión de mano de obra.
Entre
los sitios representativos están: Tazumal, Cara Sucia, San
Andrés, Quelepa, Los Llanitos y otros menores como Hacienda
Tula,
El Cambio, Santa Teresa y Asanyamba.
San
Andrés tuvo su esplendor entre 600/650 d.c.-900/1000 d.c.
ya
que funcionó como un importante centro cívico-político que
ejerció dominio en los asentamientos menores del valle de
Zapotitán. |
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Postclásico
900d.C-1524 D.C
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RASGOS
SOCIALES
GENERALES
|
CERÁMICA |
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Al
período comprendido entre
900
d.C- 1200 d.C.,se le define
como
una etapa de inestabilidad de la que surge un nuevo sistema
dominado por los estados seculares. Se gestan los patrones básicos
que desarrollarían y definirían al postclásico mesoaméricano. |
En
este período las cerámicas
locales
salvadoreñas y aquellas
de
comercio como la Nicoya
polícroma
y la Tohil plomiza son contemporáneas. |
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Se
podría decir que ciertas expresiones cerámicas responden a los
períodos antes mencionados, los cuales se diferencian por cambios
sociales, influencias migratorias y otros fenómenos que
contribuyeron al cambio en la vida de las personas, en el desarrollo
de sus sociedades y por consiguiente en la cerámica.
En
materia de cerámica, específicamente, el arqueólogo Vicente
Genovez amplía la información sobre los referentes de ésta, en
torno a los tres períodos principales de la historia prehispánica
salvadoreña en su escrito: ―Al
Pasado por el Barro: La Cerámica
Prehispánica
de El Salvador‖34
en
el siguiente esquema de desarrollo de este arte:
1.4.1.
Período Preclásico.
En
acuerdo con los resultados de estudios llevados a cabo en las costas
de Ahuachapán durante la segunda mitad de la década de los años
ochenta, la cerámica encontrada en El
Carmen,
cerca de los manglares, es la más antigua conocida hasta ahora en El
Salvador.
Estos
materiales fueron fechados entre 1,600 y 1,100 antes de Cristo; es
decir, tienen en promedio más de 3,400 años. Hasta el momento,
estos hallazgos marcan en territorio salvadoreño el inicio del
período Preclásico, que se proyecta hasta 200 ó 300 años después
de Cristo, con casi 2,000 años de duración. El Preclásico es
frecuentemente dividido en períodos menores.
Aunque
no se han encontrado piezas completas de la cerámica más antigua,
se sabe que una de las vasijas más comunes eran los cuencos de boca
muy restringida, llamados ―tecomates‖ (que no se parecen a los
recipientes de dos cuerpos que se utilizan en El Salvador para
guardar agua), muchos de los cuales fueron decorados con pintura roja
en el borde,
así como con punzadas, rayones e impresiones con olotes, conchas y
otros artefactos en zonas de su cuerpo.
También
se ha registrado cerámica muy antigua en Chalchuapa, Santa Ana, y la
Cuenca del Paraíso o Alto Lempa, en la zona del Cerrón Grande. En
ambos casos, sin embargo, no es tan antigua como la de El Carmen.
Todas las muestras representan ocupación humana asignada al
Preclásico Temprano (1,500-900 antes de Cristo).
En
cuanto a la cerámica del Preclásico Medio (hacia el año 600 antes
de Cristo), los tecomates o cuencos de boca restringida ya no fueron
las vasijas más comunes. Se fabricaron otros cuencos menos profundos
y con bandas en bulto circundantes llamadas ―pestañas‖, a la
mitad de sus cuerpos o debajo de sus bordes. Durante siglos y
acercándose al primer milenio de nuestra era, se crearon nuevas
vajillas, en muchos casos de mejores acabados que las anteriores, con
superficies rojas y naranjas muy pulidas. Aunque aparece alfarería
fina (probablemente para servicio), siguen produciéndose numerosas
vajillas burdas llamadas ―utilitarias‖, pues su función básica
es servir como recipientes para almacenar o preparar alimentos, así
como transportar o almacenar agua, vasijas que siempre están
presentes en cualquier sociedad con fuerte tradición de alfarería.
Una
de las lozas más conocidas del Preclásico es la ―Usulután‖,
que domina durante la parte tardía y cuya producción se prolonga al
período Clásico, al menos en algunos lugares de El Salvador.
Ejemplares de este grupo cerámico-estilístico han sido encontrados
en todo el sur de Mesoamérica, incluyendo Belice, Yucatán,
Guatemala y Honduras.
Muchas
vasijas presentan contrastes en colores naranja y crema o tonalidades
dentro de esa gama, debido a la característica decoración en
―negativo‖ mediante la técnica ―fugitiva‖ de aplicación de
los pigmentos. La técnica también es conocida como ―batik"
Del
Preclásico también se conocen grandes incensarios de tres picos,
casi siempre con decoración a pastillaje de apariencia humana.
Cerámica
negra y café, de engobe rojo lustroso (por ejemplo del grupo Santa
Tecla Rojo) y grafito en acanaladuras, también está presente.
Son
numerosos los cuencos y platos hondos de cuerpos facetados y efigies
modeladas, así como con tres o cuatro soportes (patas) en forma de
botones, conitos o mamas (mamiformes), estos últimos durante los
primeros tres siglos de nuestra era (0-300 d. C.).
Las
figurillas con apariencia de mujeres sentadas o de pie, de grandes
caderas, hombros anchos y piernas gordas, en estado de gravidez o
cargando niñas o niños, también fueron comunes durante el
Preclásico, sobre todo en la parte media y tardía, entre los años
500 antes de Cristo y 100 después de Cristo.
El
estilo más conocido quizá sea el denominado Bolinas, cuyos
ejemplares -además de los rasgos mencionados- también muestran lo
que puede considerarse la indumentaria femenina de la época. Entre
otros productos cerámicos del Formativo pueden también mencionarse
sellos, anillos diversos y efigies-hongo. (Genovez, 2010,
comunicación personal).
1.4.2.
Período Clásico.
Delicadas
lozas y vajillas finas policromas fueron bienes cerámicos de gran
demanda durante el período Clásico. Entre los más conocidos se
tienen Copador, Arambala, Gualpopa, Policromo Campana, Machacal,
Chancala, Salúa, Tiquisate, Chalate Tallado (Entallado), Rojo sobre
Naranja Oriental, Quelepa Policromo, Delirio Rojo y algunos más.
Vasijas utilitarias de gran distribución también fueron comunes; la
vajilla Guazapa (incluyendo las de engobe raspado) es una de las
diagnósticas para dicho período (Genovez, 2010, comunicación
personal). Frascos miniatura pudieron haber llegado de la zona del
Motagua en Guatemala, junto con otros productos del lugar como el
jade. Incensarios teotihuacanos también se han encontrado en
Tazumal, lo que se interpreta como presencia de idiosincrasia
religiosa del centro de México entre los pobladores locales, en un
intento de ganar prestigio fundado en estrechas relaciones con
Teotihuacan como gran urbe.
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