Tazumal
en Chalchuapa, departamento de Santa Ana; Tecpán, San Andrés, en la
carretera que de San Salvador conduce a Opíco; Quelepa, en el
departamento de San Miguel, al oriente del país; y Joya de Cerén,
en la misma ruta hacia el occidente32
de
El Salvador, son ejemplos de sitios importantes en los que se
desarrollaban las actividades ceremoniales y comerciales más
importantes, en ellos se producía y comerciaba la cerámica. Estos
sitios obedecían los regímenes políticos y militares de otros
centros principales establecidos en Soconusco, y tierras bajas del
Petén guatemalteco y campechano.
El
territorio salvadoreño durante el período prehispánico, al igual
que los demás territorios, fueron áreas de paso y de ocupación de
diferentes culturas; así, El Salvador estuvo habitado por pueblos
protomayas, como lo establece Gregorio Bello Suazo. A la llegada de
los conquistadores en 1524, dentro del período del Postclásico,
período en el cual comienza una serie de migraciones hacia las zonas
de Centro América, que en arqueología —se
determina como ―pipil‖ y se les entiende como un grupo procedente
del
centro de México o de su periferia.—
(Paredes Umaña, 2005, comunicación personal)
El
proceso evolutivo de la cerámica va de la mano con el desarrollo y
refinamiento de las sociedades humanas. El Arqueólogo Gregorio
Bello-Suazo en su ―Marco
General de las
Culturas Prehispánicas en el Actual Territorio de El Salvador‖,33
describe
el proceso de manera cronológica en el área salvadoreña de la
manera siguiente en el texto proporcionado por el autor como material
de apoyo en la materia de Historia de la Cerámica Tradicional,
cátedra impartida por el autor durante el ciclo II del año 2004:
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